¿Qué es poesía al fin?...
Es belleza que se yergue esplendorosa
a pesar del mundo abyecto.
Es nutriente que dinamiza y fortalece
los hilos de fonemas y semánticas.
Puede lubricar la voz del alma.
...¡Es la misma voz del ser!
Es lanzadera e hilámen a la vez
en la trama del humano que se digna construir
el abrigo del espíritu.
...¡Es el espíritu mismo!
Poesía.
Un roble enhiesto en la llanura temblorosa
después del seco golpe del rayo fulminante.
Su morfología no es
lo que enciende la luz del vocablo/
Ladrillos son
de sufrido color
ensayando alas y espacios
de cénit desconocido/
Pero son las manos del poeta
las que cuelgan
estrellas rutilantes.
Y así se elevan sus pies/
en andamiajes/
de acero cualitativo...
para cepillar en altitud
el adusto ceño
de la madera sufriente/
para pulir el canto rodado desde el confín/
o para realzar la flor
en la fragancia expresiva del vocablo.
¿Qué es la poesía al fin?...
Sus notas son imágenes
de realidades mayores/
multiplicidad sensorial
elevandose en cada peldaño
de pentagramas infinitos.
¿La ves?...
Poesía es aquello que está detrás/
del tejido que avanza lento/
hilada tras hilada/
...una línea
y otra, y otra/
del pensamiento y del sentir...
Virtualidad motivante
en arte revenido
sobre los hombros del creador.
¡Oh, poesía!...
En este rincón
donde renazco y te habito/
vergel transmutado eres/
de vírgenes selvas/
humedad de vapores perfumados/
esencias que energizan
las lentas alas de mi espíritu.
¡Eh, tú! ¿Oyes?...
Un río escondido
que por lo bajo rumora...
El poeta lo espía
bajo los sauces distendidos...
¡Y un verso más! ¡Un verso más!
que fecunda para siempre
a la piedra adormilada.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
Es belleza que se yergue esplendorosa
a pesar del mundo abyecto.
Es nutriente que dinamiza y fortalece
los hilos de fonemas y semánticas.
Puede lubricar la voz del alma.
...¡Es la misma voz del ser!
Es lanzadera e hilámen a la vez
en la trama del humano que se digna construir
el abrigo del espíritu.
...¡Es el espíritu mismo!
Poesía.
Un roble enhiesto en la llanura temblorosa
después del seco golpe del rayo fulminante.
Su morfología no es
lo que enciende la luz del vocablo/
Ladrillos son
de sufrido color
ensayando alas y espacios
de cénit desconocido/
Pero son las manos del poeta
las que cuelgan
estrellas rutilantes.
Y así se elevan sus pies/
en andamiajes/
de acero cualitativo...
para cepillar en altitud
el adusto ceño
de la madera sufriente/
para pulir el canto rodado desde el confín/
o para realzar la flor
en la fragancia expresiva del vocablo.
¿Qué es la poesía al fin?...
Sus notas son imágenes
de realidades mayores/
multiplicidad sensorial
elevandose en cada peldaño
de pentagramas infinitos.
¿La ves?...
Poesía es aquello que está detrás/
del tejido que avanza lento/
hilada tras hilada/
...una línea
y otra, y otra/
del pensamiento y del sentir...
Virtualidad motivante
en arte revenido
sobre los hombros del creador.
¡Oh, poesía!...
En este rincón
donde renazco y te habito/
vergel transmutado eres/
de vírgenes selvas/
humedad de vapores perfumados/
esencias que energizan
las lentas alas de mi espíritu.
¡Eh, tú! ¿Oyes?...
Un río escondido
que por lo bajo rumora...
El poeta lo espía
bajo los sauces distendidos...
¡Y un verso más! ¡Un verso más!
que fecunda para siempre
a la piedra adormilada.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
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