domingo, 24 de mayo de 2015

Andamios infinitos

Suena.    Resuena.
Sordo rumor de insondable distancia.
Los sueños navegan en un océano de nubes.
La lejanía cuelga lianas dolorosas en el corazón/
    y es un vértigo azul la remota esperanza.

Oasis/
Fuentes doradas/
Espejismos de soles y estrellas.
A prisa corren los perros hambrientos del alma.
Los errabundos de la tierra transitan sobre espejos...
Reflejos de celaje embelesante.
Reflejo interminable...
¡Tan sólo campos de hielo!

El espíritu temerario
    ensambla andamios infinitos/
...y la estrella es anhelada aún...
¡Tenue luciérnaga de lo remoto!

Heme aquí
    dios de musgo y penumbra
        sobre los tejados humildes...
donde el fresco rocío
    arroja destellos/
brillo incipiente/
luz cercana de un nuevo amanecer.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

lunes, 11 de mayo de 2015

Navegante

Tatuada esta imagen en la piel del aire.
Estampada en la pared.
Diluida en la niebla del ocaso.
Perdida en salamandras del invierno.

Este ser amanecido de las ruinas
que se vierte cual zombi
   en la voluntad de la aurora.
Esquiva los peñascos
   sobre estos valles engañosos.
Se arroja a veces
    a los abismos de la suerte,
y en otras luces
   ajustando el cuadrante de antaño
      ante sus ojos/
¡acaso pariere el horizonte
   nuevos continentes y esplendores!

Navegante soy
   de otoños derrumbados
donde lo azul se mece
   en primaveras memoradas.

Sigo abriendo por lo bajo
las claves de cantares silenciosos
en la partitura extrema que resuena
de blancas lentas
   o danzantes semifusas.

Ignoto espíritu
   donde no existen las pompas
      de prietos anaqueles...
Arrogante de ternuras
en la siembra esquiva del amor.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas