¡Felicidades, por allí, primavera!...
Aquí, el otoño!!
La hermosa quietud gris del otoño
con el verdor de los árboles,
raleándose/
pero subiendo lentamente
hacia un amarillo luminoso,
apuntando a volar sus nervaduras,
en la nave transparente de una brisa,
brindando ante mi frente
una pirueta juguetona del adiós.
Sesgan raudas esas hojas
mi corona de príncipe,
que en leve inclinación hacia mis pasos
avanza,
buscando como ellas,
la armonía de la tierra,
(en tanto que, nostalgias festivas,
se pulen en el recuerdo,
para firmar un libro de gratitudes).
Verdores fueron, que obtuvieron flores...
¡frutos!
¡Amarillas luego, pintadas de sol!
...Mas el ciclo gira
y la victoria de un pigmento amarronado,
crujiente,
penetrando en las entrañas de la tierra
para nutrirla, sementarla,
con nutrientes de carbono poderoso
y transmutarla en humus fértil,
que nuevamente
alimentará nuestras semillas
las de la Tierra
las de todos.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
Aquí, el otoño!!
La hermosa quietud gris del otoño
con el verdor de los árboles,
raleándose/
pero subiendo lentamente
hacia un amarillo luminoso,
apuntando a volar sus nervaduras,
en la nave transparente de una brisa,
brindando ante mi frente
una pirueta juguetona del adiós.
Sesgan raudas esas hojas
mi corona de príncipe,
que en leve inclinación hacia mis pasos
avanza,
buscando como ellas,
la armonía de la tierra,
(en tanto que, nostalgias festivas,
se pulen en el recuerdo,
para firmar un libro de gratitudes).
Verdores fueron, que obtuvieron flores...
¡frutos!
¡Amarillas luego, pintadas de sol!
...Mas el ciclo gira
y la victoria de un pigmento amarronado,
crujiente,
penetrando en las entrañas de la tierra
para nutrirla, sementarla,
con nutrientes de carbono poderoso
y transmutarla en humus fértil,
que nuevamente
alimentará nuestras semillas
las de la Tierra
las de todos.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas