Para qué salvarse... Pregunto.
¿Sólo para ir más allá?
¡Ya alguien levantará tu bandera!
¡No te asustes si los timbales
resuenan en tu pecho
para la señal
¿Sólo para ir más allá?
¡Ya alguien levantará tu bandera!
¡No te asustes si los timbales
resuenan en tu pecho
para la señal
de la carga última y sorpresiva!
Ve por el sendero
¡augusto!...
Con la voluntad hacia adelante
pero libre...
¡Ya habrá de emerger
por instinto colectivo
la unión fuerte
Ve por el sendero
¡augusto!...
Con la voluntad hacia adelante
pero libre...
¡Ya habrá de emerger
por instinto colectivo
la unión fuerte
de las manos combativas!
¡Ya alguien dijo...
¡Ya alguien dijo...
"no te salves"...
Ya no pienses en misiones inconclusas
ni baluartes conquistados...
¡Sólo ve!...
¡Ve por el sendero incierto del ocaso!
O ven,
de nuevo/
desde el fantasma astral y esperanzador
de la aurora.
Observa ¡qué bello es el soláceo color
de las hojas de otoño rozando tu pelo al caer!
Relajadas bajan,
acaso una forma de dejarse elevar...
en un leve torbellino que juguetea con la vida
y con las muertes...
Son caras de una misma moneda
Ya no pienses en misiones inconclusas
ni baluartes conquistados...
¡Sólo ve!...
¡Ve por el sendero incierto del ocaso!
O ven,
de nuevo/
desde el fantasma astral y esperanzador
de la aurora.
Observa ¡qué bello es el soláceo color
de las hojas de otoño rozando tu pelo al caer!
Relajadas bajan,
acaso una forma de dejarse elevar...
en un leve torbellino que juguetea con la vida
y con las muertes...
Son caras de una misma moneda
la que debes elegir.
¡No hay otra consigna, que, avanzar!...
¡Sigue!
Recuerda: ¡No es que la vida te debe!
¡Tú, le debes a ella!...
Emociónate con esa ventaja del crédito.
Es sólo a partir de creer
que habrá de ser posible crecer.
Si te detienes...
sea sólo para más fuerza.
Debes seguir...
¡Sigue!
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
¡Sigue!
Recuerda: ¡No es que la vida te debe!
¡Tú, le debes a ella!...
Emociónate con esa ventaja del crédito.
Es sólo a partir de creer
que habrá de ser posible crecer.
Si te detienes...
sea sólo para más fuerza.
Debes seguir...
¡Sigue!
Autor: Juan Carlos Luis Rojas